Para hablar de nutrición y de alimentación,,, al nutricionista

26.02.2019


Si cuando estamos enfermos vamos al médico, y cuando nos duele una muela vamos al dentista, ¿por qué cuando hablamos de nutrición no se suele acudir al nutricionista?

Los nutricionistas tenemos muy claro que tenemos un largo camino por andar, ya que nuestra profesión está muy afectada por el intrusismo profesional, pero si hacemos una reflexión, ¿quién tiene la culpa?

Cuando una persona tiene un problema con su alimentación, no debería de existir otro camino en su cabeza que el de acudir al nutricionista: ni al endocrino, ni a la revista de moda, ni a Internet, ni a herbacharlatanes, ni a productos "milagro" que no se sabe ni para qué sirven.

Los nutricionistas titulados nos pasamos cuatro años en la universidad (en el menor de los casos) aprendiendo y desarrollando una serie de aptitudes para poder abordar todos los temas relacionados con la alimentación, derivando a otros profesionales aquellos temas que no son de nuestra competencia, como puede ser, por ejemplo, la pauta de medicación (que no de alimentación) a un diabético, que es asunto del médico endocrino.

La profesión de nutricionista es una profesión sanitaria, con una serie de reglas que tenemos que cumplir ya que tenemos la salud de nuestros pacientes en nuestras manos. Para ello, tenemos que estar colegiados o pertenecer a las asociaciones oportunas, debemos tener un seguro de responsabilidad civil por si a usted le pasa algo, tenemos que ejercer en centros sanitarios reconocidos por la comunidad autónoma en las que estamos ejerciendo, debemos custodiar lo que nuestros pacientes nos cuentan para mantener su privacidad, etc.

Además, los nutricionistas tenemos la capacidad de tratar cada caso de forma personalizada, porque sabemos que cada persona tienen un metabolismo con unas necesidades diferentes, con un estilo de vida diferente, y que lo que es bueno para ti, puede ser extremadamente perjudicial para otra persona.

¿Cuántas veces hemos seguido dietas sacadas de internet, o la que nos ha dado una vecina? ¿Sabemos los motivos por los que se ha hecho esa pauta y no otra? ¿Sabemos qué necesidades tenía esa persona para la que ha sido elaborada? Si nunca te tomarías la medicación que le han pautado a otra persona, haz lo mismo con tu alimentación. ¡Cada persona tiene necesidades diferentes!

Dicho todo esto, y a pesar de que mucha gente lo conoce, sigue poniendo su salud en manos de cualquiera; y sí, digo cualquiera porque hoy en día nuestro vecino del quinto, sin tener el más mínimo estudio y sin conocer ni la mitad de la cuarta parte de la profesión, se pone a decirnos lo que tenemos que comer sin saber nada de nosotros... ¡y le hacemos caso!

¿Nos hemos puesto a pensar en las consecuencias?

¿Sabemos que una dieta muy alta en proteínas puede provocar una enfermedad irreversible en hígado y riñones? ¿Sabemos que con una dieta mal pautada podemos perder nuestra masa muscular dando lugar a la llamada "tumba metabólica"? ¿Sabemos que si nos tomamos cualquier producto que nos recomiendan podemos estar tirando nuestro dinero a la basura porque no hacen absolutamente nada y perjudicando nuestra salud, que es mas importante?

La alimentación es probablemente el factor más importante para mantener un buen estado de salud y para la prevención de futuras enfermedades.

¡NO PONGA SU SALUD EN MANOS DE CUALQUIERA SINO EN MANOS DE PROFESIONALES ACREDITADOS Y TITULADOS!


Naomi Hernández Rodríguez   Dietista-Nutricionista

COLEGIADA CYL00110