STOP a la operación biquini y a las "dietas milagro"

15.05.2017

Nos encontramos en esa época del año en la que vemos tan cerca el verano que nos empieza a correr prisa poner nuestro cuerpo a punto para lucir una buena figura. Es el momento de iniciar urgentemente la "operación biquini". En realidad no debería llamarse así, ya que no solo las mujeres realizan esta operación, sino cada vez son más los hombres que también se preocupan por su aspecto físico en esta época del año y deciden quitarse unos kilitos de encima.

¿En qué consiste esta práctica? pues en perder los kilos que nos sobran en un tiempo récord, aproximadamente en un par de meses (como mucho). Y si además conseguimos ganar algo de músculo para poder ir divin@s a la playa o a la piscina, pues mucho mejor. Para conseguirlo, muchas personas deciden someter a su cuerpo a verdaderos torturas como el hacer dietas milagro, dietas a base de batidos, de productos sustitutivos, pasar de no hacer nada de ejercicio a estar en el gimnasio día y noche o alimentarse únicamente de ensaladas y de productos 0%. Además, a esto se incluyen múltiples visitas en internet con búsquedas como "adelgazar 10 kg en una semana" o "adelgazar rápido", artículos que suelen acompañarse de fotografías de mujeres y hombres con cuerpos perfectos ¿de verdad creéis que han conseguido esos cuerpos en tan poco tiempo y a base de dietas milagro?


Las barbaridades de las dietas-milagro

Un par de meses no es suficiente para perder peso y tonificar de una manera saludable y sin riesgos para la salud, aunque el tiempo necesario dependerá de cada persona y su propio exceso de peso. Lo que está claro es que cada persona es un mundo y su tratamiento "o dieta" debe adaptarse a sus características personales, sus patologías, hábitos de vida, horario, y a sus gustos alimentarios. Ninguna dieta-milagro tiene en cuenta todo esto.

Desgraciadamente, hay muchas personas que deciden llevar a cabo esta "operación" de manera imprudente. En muchos casos si se consigue la pérdida de peso deseada, pero va acompañada de unos meses dentro de un auténtico calvario alimenticio, con dietas restrictivas donde hay una gran carencia de nutrientes y en algunos casos también de bolsillos vacíos si se opta por productos milagro que por lo general baratos no son.

Además, esta práctica suele terminarse acabado el verano, donde estas personas vuelven a comer de la misma manera que hacían antes de comenzar la operación bikini y por tanto, recuperan el peso perdido y quizás algún kilo más de propina. Esto se produce debido a que en gran parte, con este tipo de dietas milagro estaremos bajando peso en base a agua y sin aprender a comer adecuadamente, por lo que posteriormente se produce el conocido "efecto rebote". 

Asimismo, hay una mayor dificultad para perder grasa corporal, mayor pérdida de masa muscular, y también incrementa el deseo por comer ciertos alimentos debido a la gran restricción de estas dietas. Y por último, estos tipos de dietas que restringen cierto alimentos (sin evidencia ninguna), causas miedos y malas costumbres alimenticias en la población.

Este tipo de prácticas resultan nocivas para la salud, se las considera engañosas y su único afán es lucrar a aquellos que las han puesto de moda. Cuando un método de adelgazamiento prometa "resultados rápidos y sin esfuerzo", la idea atrae mucho. Pero debemos ser más listo e irnos lejos de él ya que no mejora los hábitos de alimentación, pondrá en riesgo la salud, predispondrá a un efecto rebote y provocará una gran pérdida de dinero. Nunca una dieta con estas características va a ser saludable.


¿Entonces, cuál es la manera adecuada de hacerlo?

Para adelgazar los kilos acumulados en exceso solo hay un método saludable: aprender a comer mejor. Lo que debemos de hacer es dejar atrás las costumbres que nos llevaron al sobrepeso y cambiarlas por otras más saludables. Cambiando hábitos no solo estaremos en forma durante los meses de verano, si no lo mantendremos para siempre sabiendo qué alimentos son necesarios en el cuerpo, en que cantidades y por el contrario cuales no es conveniente tomarlos con frecuencia (sin prohibir nunca ningún alimento). A esto no se lo llama "operación biquini", sino "reeducación alimentaria", y debería ser la base de cualquier plan de adelgazamiento.

Tenemos la gran suerte de vivir en un país con una riqueza extraordinaria de alimentos saludables: cereales, legumbres, verduras y hortalizas, aceite de oliva, frutas y frutos secos, pescados... Exactamente lo que define a la dieta mediterránea, que si es una dieta saludable.

Deberíamos empezar desde la base: realizando una compra saludable, organizando la despensa, cocinando de forma ligera, acostumbrarnos a comer de forma ordenada varias veces al día para evitar el picoteo o la ansiedad... Pequeños gestos que debemos introducir poco a poco y que nos harán adelgazar y mantener el peso perdido.

Además, ninguna dieta saludable debería hacer que la persona pase hambre. Si realmente siente hambre, no está bien diseñada. Una dieta de adelgazamiento debe enseñarnos a alimentarnos mejor de lo que lo hacíamos hasta ahora. Debe mostrarnos los fallos que cometíamos y darnos alternativas saludables para hacer mejor las cosas en adelante.

En caso de no saber cómo hacerlo, el dietista-nutricionista es la persona indicada para ayudaros a cambiar vuestros hábitos para siempre. Ponte en manos de un profesional de verdad y deja atrás todo el sufrimiento que año tras año provoca seguir ese tipo de dietas rápidas y "milagrosas" que lo único que producen es dañar la salud.


NAOMI HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ                DIETISTA-NUTRICIONISTA

COLEGIADA CYL00110